La leyenda del capitán Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago, le atribuye durante el siglo XIII la más famosa victoria sobre los árabes en la zona fronteriza del sur de Badajoz, ¡Santa María, detén tu día!, así se cuenta que consiguió las horas del día, que necesitaba para vencer y expulsar las tropas árabes, y de ahí el nombre del monasterio que mando edificar en conmemoración.
Tentudía es el más conocido, pero toda la zona está llena de fortalezas de origen árabe que hoy forman parte del patrimonio histórico de la comarca. Castillos, atalayas, monasterios fortificados, proporcionan el hilo conductor para una ruta circular de 230 km por la red de caminos de la dehesa extremeña:
Castillo de Santa Olalla de Cala
Castillo de Cala
Monasterio de Tentudia
Atalaya del Cerro del Cuerno
Castillo de Fregenal de la Sierra
Castillo de Jerez de los Caballeros
Castillo de Burguillos del Cerro
Castillo de Valencia del Ventoso
Castillo de Segura de León
Castillo de Montemolín
Atalaya de Puebla del Maestre
Castillo de las Torres
Castillo de Real de la Jara
Puente Romano de la Bazana, sobre el rio Ardila
Antiguos caminos empedrados y flanqueados por muros de piedra, son las antiguas lindes entre fincas que se extienden por toda Extremadura.
Estas lindes son muros formados con piedras que se recogían del campo para limpiar las fincas, y para separar una parcela de otra. Debían ser acopladas por el tamaño y formas, vemos que su construcción es perfecta, no llevan entre ellas ningún tipo de mortero para su sujeción excepto en sus partes altas para que no se caigan.
¡Qué trabajo¡ Es una pena que este trabajo tan laborioso y cuyos resultados armonizan perfectamente con el entorno, se vaya perdiendo por el deterioro o cambiando por las espantosas vallas de alambres espinosos.
Estamos muy cerca de Portugal, y se nota a la hora de comer, un bacalao dorado aceptablemente preparado en Burguillos del Cerro
La más fotogénica, fiel compañera de viajes, no la cambio por ninguna