Autor Tema: Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE  (Leído 3290 veces)

AntoCuatrero

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« en: Marzo 21, 2012, 20:23:20 pm »
Y flipé en Marocco con mi motoko

Tras 20 años sin montar en moto (me moví­a en una scooter de 125 cc.) adquirí­ una Kawasaki KL Tengai 650 del año 89 con la que estuve casi un mes arreglando esos pequeños achaques propios de la edad.
Tras dos meses saliendo al campo casi todos los fines de semana y utilizándola a diario para el trabajo se me pasó por la cabeza: ¿y si bajara a Marruecos?. Llevo muchos años bajando en 4x4 y aquella idea me seducí­a cada vez más y más hasta que tomé la decisión. Y ahora aprovecho para contaros cómo fue mi viaje y esas experiencias que me invadieron durante los 9 dí­as que estuve por el paí­s vecino.

DIA 1. Granada-Motril_Melilla-Missour:
Quedamos a las 8 de la mañana en una gasolinera, camino de la costa, donde se unió un coche con marroquí­es que también embarcaban en Motril.


Tras más controles de los habituales (si tenemos en cuenta que vamos a territorio español) fuimos de los íºltimos en embarcar, pues se nos “olvidó” pasar por las oficinas de la naviera con los localizadores para que nos dieran los billetes.
Después de 4 horas y media de viaje estábamos desembarcando el Melilla. Hicimos 3 breves paradas, una para llenar los depósitos de gasolina, otra para comprar bolsas de hielo para las “etapas nocturnas” y la íºltima para esperar a los fumadores que aprovecharon para comprar tabaco mucho más barato.
Aunque era la primera vez que entraba a Marruecos por Melilla y pese a ser sólo 3 coches y la moto, la hora de rigor en pasar la frontera no nos la quitó nadie (está comprobado que entres por donde entres, se tarda una hora de media en hacer todos los trámites aduaneros). En esta ocasión en sólo media hora habí­amos rellenado los boletines blancos y nos habí­an sellado los pasaportes pero cuando nos quedaba una persona para que nos sellaran el de los vehí­culos le dio un ataque de cabreo al funcionario de la caseta y salió refunfuñando. Regresó al cabo de 15 minutos sonriente y con un café en la mano volviendo a la tarea. Ya sólo quedaba buscar al de los “galones” para que nos pusiera el sello en el papelito de coche y para dentro.
Nada más pasar la frontera aprovechamos para cambiar dinero en las tiendas de alrededor y emprendimos camino hacia Missour. Tras más de 4 horas de viaje llegamos al hotel del Missour; cenamos e hicimos sobremesa comentando las impresiones pues varios del grupo era la primera vez que viajaban a Marruecos.


DIA 2. Missour-Erfoud
Quedamos a las 8 (hora española) para echar un vistazo al turbo del Rubicón que chorreaba aceite pero los teléfonos inteligentes hicieron de las suyas y se cambiaron automáticamente de hora con lo cual hubo que aporrear la puerta del interesado para no demorarnos en la salida. Recordar que allí­ es una hora menos.


Pero eso no fue todo ya que el Ranger de Pepe también perdí­a valvulina por la transfer, así­ que mientras unos estaban con el Rubicón otros fuimos a comprar valvulina y a rellenar. Tras una hora en la tarea los 4x4 estaban listos para la primera jornada de pistas, así­ que fuimos a llenar los depósitos


…y comenzó mi primer contacto en moto con las pistas marroquí­es, con la de la foto no; este engendro nos llamó la atención y no nos resistimos a inmortalizarlo.
Tras algo más de 100 km de pista dura y con muchas piedras llegamos a asfalto donde nos dirigimos hacia Talssint. Antes de tocar asfalto hicimos una parada de rigor donde me ayudaron a reponer los lí­quidos que habí­a perdido en este primer tramo,




De la población de Talssint cabe destacar la “profesora” de la escuela, de la que todos los hombres nos acordamos y de la que no os puedo documentar porque su aparición fue muy fugaz.
Nos alejamos de la población y buscamos un lugar tranquilo donde comer junto al rí­o.


Los que nos acompañaban por primera vez no daban crédito a la logí­stica que tení­amos, sacamos la hornilla y calentamos las lentejas que habí­a preparado mi hermana en su casa y que habí­a congelado previamente, mientras otros preparaban la ensalada o sacaban la tortilla del Mercadona picoteábamos el riquí­simo embutido que llevábamos para “ahuyentar a los infieles” en caso de necesidad.




La sorpresa vino en Beni Tajjite al “compartir” pista con un raid de Seat Panda. Nos salí­amos de la pista para adelantarlos, luego parábamos para hacerles fotos, algunos se “picaron” pero pronto tuvieron que desistir porque seguir nuestro ritmo era destrozar el Panda.




Tras media hora de “jugueteo” y en una bifurcación los Pandas tomaron hacia la derecha y nosotros hacia la izquierda, reagrupándonos en lo alto de un pedregoso paso. Más adelante tuve que bajarme de la moto y hacer unos 20 metros a pie pues habí­a demasiados pedruscos que invitaban a la caí­da. Pepe bajó del coche y me echó una mano a pasar ese tramo tan feo. Aunque la bajada hasta la siguiente hammada tení­a mucha piedra, ya no habí­a tanto pedrusco suelto, continuando hasta Tazouggart donde cogimos carretera dirección a Er Rachiddia








Y volvimos a encontrarnos con un “travieso” Panda al que sacamos de la arena




Al llegar al cruce con la carretera que bajaba hasta Erfoud decidimos bajar a esta población para llegar a tiempo de que echaran un vistazo al Rubicón, pues el silbido del turbo empezaba a preocupar.
En cuanto llegamos al taller se pusieron manos a la obra y un aluvión de niños y no tan niños vinieron a saludarnos, me sorprendió reencontrarme con Zacarí­as o Abdul que se estaban convirtiendo en unos hombrecitos y se buscaban la vida ofreciéndose de guí­as cuando hace un par de años iban con un montón de collares de fósiles para vender a los turistas.
El grupo se dividió: unos fueron de compras al “Corte Inglés” de nuestro amigo Aziz, otros nos sentamos frente al taller a degustar un té con hierbabuena y otros se quedaron en el taller. Al final terminaron el coche y decidimos cenar en la Pizzerí­a de Aziz, hicimos la sobremesa en el hotel.

DIA 3. Erfoud-Erg Chebbi:
Tras las oportunas fotos del hotel donde nos alojamos nos dispusimos a desayunar en la terraza. Pepe se percató que el Ranger Rover no tení­a valvulina que tirar así­ que volvimos de nuevo al taller. Allí­ repusieron y apretaron los tornillos y dejó de tirar (qué sencillo). Tuvimos que ir al mercado en busca de las mujeres que, acompañadas de Aziz, fueron a comprar más cosillas. Frente al Chergui cogimos pista; hoy querí­amos ver las esculturas “Land Art” que el escultor alemán Hannsjí¶nrg Voth levantó en mitad del desierto en los años 80 (imagino que tras varios meses en el desierto y harto de porros se le debió de ocurrir aquella genial idea). Este dí­a llegó mi primer contacto con dunas bajas, que sorteé bastante bien, pero los coches no tuvieron tanta suerte






















Emprendimos camino hacia la Montaña Hueca, que ha servido de escenario en más de una pelí­cula, como La Momia pero antes encontramos una sombra donde nos dispusimos a comer. Deciros que las pistas que hicimos por la mañana tení­an más arena y con el sol tan alto las hací­a más “delicadas” para la moto. Por la tarde las pistas eran blandas y la mente debí­a primar sobre el corazón, pues éste sólo pedí­a más y más caña.




















Esta noche dormimos en el albergue de nuestro amigo Alí­ el Cojo, a quien no pudimos saludar porque estaba en una feria de turismo en Alemania.


DIA 4: Erg Chebbi
Qué os voy a decir que no imaginéis… ¡a las dunas!!!








Estuve poco más de media hora, lo justo para darme cuenta de que si echaba todo el dí­a los siguientes dí­as no iba a poder ni con mi sombra, la diferencia con el coche era abismal; cuando llegas a lo alto de la duna tienes que aflojar para buscar el camino hacia la siguiente cresta, en coche no tienes problemas pero en la moto en cuando le quitas gas se clava… y a sujetarla con los brazos mientras remas hasta que ves el camino que tienes que seguir, entonces vuelves a dar gas y la moto “flota” sobre la arena, pero en cuando llegas a la cresta vuelta a lo mismo. Así­ que decidí­ dejar la moto en el albergue y continuar en coche. Una moto de 180 kg es muy pesada para la arena, con una enduro de poco más de 100 kg la cosa cambia y se disfruta mucho más. Tampoco soy Marc Coma.
Me monté en el Toyota de mi amigo Pelo a quien no le gustaba mucho andar por dunas para darle unos consejos de conducción y tras un par de atranques por falta de decisión opté por  coger el Toyota y del tirón subimos a la gran duna.






Luego nos dirigimos al oais de Oubira donde bautizamos a los nuevos, nos refrescamos los no tan nuevos, tomamos té , tocamos los tambores y bailamos para hacer ganas de comer






De vuelta al albergue de Alí­ â€œobligué” a Pelo a que fuese él quien llevara el coche ya que eran dunas muy bajas y el paso estaba bien definido por las huellas de todos los coches que hacen ese camino desde Merzouga a Oubira. Lo hizo sin problemas pero él dice: dunas… las que se encuentran en el camino.
Tras un merecido “pestañeo” de algunos y una agradable charla mientras tomábamos te con los amigos moteros sevillanos cogimos de nuevo los coches y nos dirigimos a Erfoud para hacer las compras de rigor, pues a la mañana siguiente el Ranger Rover de Pepe tení­a que estar listo a primera hora ya que volví­an a España por Ceuta (¡¡vaya paliza!!).





DIA 5: Erg Chebbi-Boudnib-Figuid
Etapa dura de 400 km donde hubo un poco de todo, aire, lluvia y algo de frí­o, pero no por ello dejamos de disfrutar de los impresionantes paisajes y de los tremendos pistones que recorrí­an los participantes del Dakar.










Poco antes de llegar a Boudnib decidimos parar a comer pero se levantó un fuerte viento y se puso a llover, así­ que recogimos las cosas rápido y decidimos comer los macarrones con tomate “a cubierto”.










Por la tarde se levantó mucho aire y hubo momentos en que la arena que arrastraba impedí­a la visibilidad; ah!, y cómo picaba en la cara!!.




Menos mal que al tomar de nuevo pista en Mengoub el viento amainó y eso nos dio un respiro para hacer un tramo de pista de algo más de 60 km. con el que evitarí­amos tener que subir hasta Buarfa para luego bajar. Habí­a zonas que la pista estaba bastante rota y con muchos badenes, lo que ralentizaba la marcha. Con la noche encima retomamos la carretera y llegamos a Figuid no sin antes pasar por un control donde los gendarmes pasaron un buen rato hablando de futbol con nosotros. Mi cuñao Freddy les enseñó fotos del partido que enfrentó al Barcelona con el Granada en el campo de éste íºltimo y no pudieron ocultar su pasión por el Barcelona. A mi me la pela el futbol pero dentro del garito se estaba calentito. Decir que por esta zona de Marruecos apenas hablan español, y el francés sólo lo chapurrean. Se entienden mejor en árabe. Así­ que imaginaros el cuadro, dos gendarmes que apenas hablaban francés con dos españoles, uno de los cuales lo chapurreaba bastante bien y un servidor que va al fin del mundo con el lenguaje internacional de gesticulaciones, hablando de futbol y de la ciudad de Granada.


DIA 6. Figuid-Chott Tigri
Tras cargar de nuevo los coches dejamos el hotel de Figuid y nos dispusimos a buscar algíºn café para desayunar, pues el del hotel estaba cerrado. Fue el propio dueño del local quien nos recomendó visitar varios lugares; nos los escribió en una hoja de papel, pero en árabe. Así­ que nos dispusimos a visitar el Ksar de Zenaga cuando al pasar de nuevo por la puerta del hotel me dio por parar y preguntarle al indiví­duo que allí­ estaba con tal suerte de que “hablaba” español y se ofreció a hacer de guí­a. Como no habí­a sitio en los coches le monté de paquete en la moto y de esta manera nos estuvo enseñando esta interesante población.


















Así­ que a media mañana retomamos pista pues nuestra idea era dormir en las inmediaciones del Chott Tigri.










Deciros que a la mañana siguiente, después de desayunar, recoger las tiendas y meter todo en los coches, el reloj del Toyota de Pelo marcaba -1º (¡un grado bajo cero!), así­ tení­amos las pintas con las que nos veis en la foto.
…y esa noche habí­a luna llena.


DIA 7. Chott Tigri-Jerada
Freddy fue el primero en levantarse, le habí­an dejado un saco “profesional” y… prefirió ver amanecer.










No es el Iriki, es el Chott Tigri (qué pasada!!)



La estación de Tendara




Por el Rekkam










Jerada es una población rica, casi todas las calles están asfaltadas, tiene fábricas y muchos locales. Sin embargo el hotel, pese a tener buen aspecto por fuera, dejaba bastante que desear. Pero no por ello nos achicamos y supimos aprovechar nuestra gran habitación para convertirla en comedor y disfrutar de una agradable sobremesa bien abrigaditos.



DIA 8. Jerada-Melilla:
Alguien debió de molestarse aquella noche y nos dejó un recuerdo que descubrimos al abrir la puerta de la habitación,


Decidimos entre todos no pisarla para así­ no entrar al trapo del envite.
Tení­amos por delante una bonita etapa por el Rift, así­ que cargamos los coches


...y emprendimos camino












Todo lo bueno termina y esto va tocando a su fin.
Llegamos a Melilla.




Por la tarde los 3 “solteros” decidimos tomar un café mientras que mi hermana y mi cuñao pegaban una “pestañeo”.


Tuvimos que hacer noche en Melilla pues no habí­a ferry hasta el dí­a siguiente, domingo. Lo que supone un gran trastorno al obligarte a estar un dí­a en Melilla.
Así­ que a la mañana siguiente nos dispusimos a tomar el barco para volver a la pení­nsula. Resaltar el exhaustivo control de la Guardia Civil antes de embarcar, lo que produjo un retraso de 20 minutos.




Por supuesto que habrá muchos que difieran de mi, pero el caso es que no sé qué tiene Marruecos que te engancha. Llevo muchos años bajando y pese a que esta ocasión ha sido especial al bajar en moto y sin mi mujer, ya tengo en mente cual será la próxima ruta.

Quiero agradecer a mi mujer la comprensión que ha tenido conmigo brindándome esta oportunidad que he aprovechando haciendo realidad un sueño que muchos sólo lo roncan.



« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por AntoCuatrero »

Ousouye

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #1 en: Marzo 21, 2012, 20:35:20 pm »
Estupenda crónica y magní­ficas fotos.
Gracias por compartirlas.
Fuerza y Honor

naujanto

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« Respuesta #2 en: Marzo 21, 2012, 20:39:02 pm »
Espectacular, que bueno recuerdos me trae, como bien dices Marruecos es adiptivo. Saludos y enhorabuena

jezuar

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #3 en: Marzo 21, 2012, 20:49:56 pm »

Menudo reportaje fotografico, enhorabuena. Un saludo.

BMW G 650 XCOUNTRY
Dos Hermanas (Sevilla)

rincontt

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #4 en: Marzo 21, 2012, 23:15:28 pm »
Bonitas fotos Antonio,le echaste H...vos despues de tanto tiempo si montar en moto y el pedazo de viaje.

Además debisteis esta tranquilito sin tanta gente como bajamos en semana Santa.
no te fíes del mañana

Domin

  • SEMPER FIDELIS
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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #5 en: Marzo 21, 2012, 23:42:32 pm »
Enhorabuena. Estupenda crónica y reportaje.

Gracias por compartir.
BMW F 650 R

EL_TUERCAS

  • EL_TUERCAS
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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #6 en: Marzo 22, 2012, 01:03:26 am »
Estupenda cronica y fotos. La zona de Focuid no la conozco y me ha venido que ni al pelo las fotos y la cronica

Muchas gracias por compartir
KTM 1290 Super Adventure S ¡¡¡

Sputnik

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #7 en: Marzo 25, 2012, 23:27:17 pm »

Magní­fica crónica y fotos. Espero bajar pronto por allí­.

 

Saludos.


BOMBILLA

  • Team Bellotero
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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #8 en: Marzo 25, 2012, 23:45:02 pm »
Muy chulas las fotos... que puntazo la del collar del burro...

La kawa se ha portado bien para ser una abuela¡¡¡
Si te caes siete veces, levantate ocho. (Proverbio Chino)
Estoy hecho de tierra, el mundo entero es mi país, todas las criaturas, mis semejantes. (Amin Maalouf)

waldo

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #9 en: Marzo 26, 2012, 00:28:52 am »
Muy chulas las fotos y la crónica.
Precioso el Rubicón.
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atila

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #10 en: Marzo 27, 2012, 22:59:58 pm »
Pedazo de reportage,estoy seguro que se lo pasasteis de lujo,eso se nota,no me cabe duda que estaras deseando repetir y con esa moto que recuerda a tiempos pasados toda una pasada.
DETRAS DEL ULTIMO, NO VA NADIE.

jorge soriano

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« Respuesta #11 en: Marzo 28, 2012, 11:20:48 am »
enhorabuena por tan buen viaje y gracias por compartirlo......
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Miguelón

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Y flipé en Marocco con mi motoko - CRONICA DEL VIAJE
« Respuesta #12 en: Marzo 31, 2012, 23:06:27 pm »
Buena crónica y preciosas fotos, gracias por compartirlo.

Saludos Miguel A.
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AntoCuatrero

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« Respuesta #13 en: Mayo 02, 2012, 22:18:32 pm »
Espero que en la siguiente bajada vayamos juntos.

 

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