Va terminando la semana, y los últimos quehaceres del viernes tardes-noche van dando paso al descanso del finde. Con la ilusión de una ruta TRAIL en buena compañía al día siguiente.
Se alinean los astros y por fin nos juntamos Ñete y yo, ¡al fin voy a ver en directo su máquina!.
Nos juntamos puntuales en el sitio de encuentro acordado. Tras los consabidos saludos, comentarios de su nueva adquisición y planes por hacer, nos ponemos en marcha. Tanques hasta arriba, dispuestos va disfrutar sin prisas ni pausas y sin preocupaciones de autonomía.
Ya desde el principio vi que iba a disfrutar. La idea era que en un punto, él se volvía y yo continuaba, con la posibilidad de que otro compi con una CRF1000L se nos uniera por carretera sobre las 14h y me acompañase hasta el final.
Prácticamente desde el principio empezamos en campo.
Los paisajes preciosos y debido a las anteriores lluvias, ¡mejores incluso!.
Íbamos sin track ya que Ñete conocía la zona, así que la ST SONAUTO iba haciendo a la perfección de zorro 1.
Un ritmito tranquilo pero suficiente que me venía muy bien para disfrutar del entorno y hacerme a las gomas nuevas que llevaba.
A los 15/20km hicimos una paradita en un puente a contemplar el paisaje.
Continuamos rumbo a San Silvestre.
Los caminos de piedras fueron dando paso al barro.
Casi llegando la cosa se puso guay debido a la cantidad de barro y pozas.
En un vadeo pude ver la expresión de mi compi al comprobar por sorpresa la profundidad del mismo.
En San Silvestre parada para desayunar.
Allí recibí el mensaje de que mi segundo compi de ruta no vendría.
Después del desayuno seguimos dirección a Pomarao ya en territorio portugués.
Volvieron los caminos pedregosos.
Pronto estábamos en el puente frente a la presa de Pomarao calentándonos como lagartos al sol, jajajaja.
Fue llegar a Portugal y desaparecer los nublados.
De Pomarao a Minas de Sao Domingo era un track de Wikiloc el cual hacíamos por primera vez.
Sólo tuvimos unas dudas al principio.
Se nos vino a la mente esos guiris que "talegaron" al caerse por los puentes rotos del las vías del tren.
Continuamente teníamos pequeños vadeos evitando esos puentes rotos y caminos ferroviarios bastante empedrados.
El paisaje era precioso, tanto que paramos a contemplarlo. El agua corría a nuestra derecha, el sol calentaba y las motos esperaban.
Tras el ratito de rigor hicimos el final.
Paramos en el embalse de la mina y dimos un paseo para verlo.
Ya eran más de las 14h, así que llegaba el momento gastronómico.
En un bar al que ya he ido bastantes veces fue donde comimos. Por 10€ por barba, comimos al sol, bebida y café incluído, con las socias de aventuras delante.
Buena comida, charla amena y estupenda compañía.
A continuación algunas fotos.
Presentación de las motos:
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