Como dice el título, no quise ir a una comunión y me quedé de rodríguez.
No tuve claro si salir hasta después del desayuno.
Un amigo ajeno al mundo de las motos me habló del sitio.
Depósito hasta arriba el día antes, y tras un buen desayuno en casa, tiro en dirección al embalse del Calabazar.
Voy tranquilo, disfrutando de la fresca mañana. Tanto es así, que vi el cartel de Navahermosa de Beas a 2km a la derecha y me metí. Me trajo recuerdo del bueno de Adventure Rider, que se tiró muchos fines de semanas allí y parte de sus días libre de su infancia, cuando él ya era motero y yo ni por asomo.
Es una bonita y pequeña aldea, la típica ideal para descansar del bullicio de la ciudad, y por contra, donde todo te queda lejos para ir andando y donde más allá de tranquilidad y el campo, poco más.
Tras un par de vueltas para hacer fotos y que toda la aldea me interrogase con la mirada, me salí a carretera de nuevo.
Seguí dirección a Sotiel, y pude ver con tristeza que nos han cortado la clásica ruta "El corazón del andévalo".
Han delimitado con máquinas, señales y vallas varias entradas.
¡Habrá que seguir descubriendo!...
Rápidamente estaba en Sotiel.
Me adentré en sus calles, por llamarles calles...no creo que haya una calle recta vista desde arriba, antes o después, todas acaban sin salida.
Me sorprendió siento una población tan pequeña, que se alarga bastante a cada lado de la carretera.
Continúe hasta el embalse del Calabazar.
Allí tras varias vueltas y paradas para hacer fotos y ver por dónde bajar, (el acceso al agua no es fácil por ser tipo terrazas de piedras), pude escoger un sitio y darme el ansiado baño.
El agua estaba magnífica.
No me alejé mucho de la orilla, era la primera vez que iba y había poca gente allí para ayudarme si me ocurría algo.
A veces los lagos son tan traicioneros como bonitos.
El aire soplaba lo justo como para hacer algo de corriente y había que saber por dónde salir. En el fondo hay piedras resbaladizas y algunas afiladas.
Son recomendables los escarpines, que yo no llevaba...
Tras unos cuantos chapuzones y cambiar de sitio, pasada las 14h tocaba el refrigerante.
Paré en el único bar abierto de Sotiel para un cervezón. Creo que les alegré la media mañana, me miraron todos de arriba a abajo, ¿quién sabe?...ya tenían algo más que contar...
Ahora venía lo bueno, la parte gastronómica.
Y ya después, tranquilo a casa, entre la ida y la vuelta habrán sido unos 140 km que no están mal para un pensar y hacer.
A continuación fotos:
1 y 2 Navahermosa.
3 Corte R. Corazón andv.
4 Puente de foto típica CTA en R. C.Andev.
5 Reseña histórica.
6 y 7 Sotiel.
8, 9 y 10 Camino al embalse.
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