ETAPA 07
CHEGAGA - AGDZ (321 KMS)
Menuda velada al fuego la de anoche.
El cielo más estrellado que se pueda imaginar antes de que saliera una luna llena espectacular.
Lo que más me impone es el silencio absoluto.
Hasta hoy no hemos podido acampar debido al mal tiempo.
Descubrimos que alguna colchoneta se ha pinchado con el traqueteo de tanta piedra en el Antiatlas.
Menos mal que hemos dormido sobre arena.
Desayuno sin ningún estrés.
Levantamos el campamento sin prisa alguna. Parece que no queremos abandonar el lugar.
El día comienza algo raro. La entrada al erg para cruzarlo, en teoría, debe ser aproximadamente por donde salimos de él el año pasado.
Pero todo está muy roto. Las últimas inundaciones en la zona ha dejado escalones por todas partes
y pequeñas dunas cortadas que según el sentido de nuestro rumbo cogemos por la parte mala.
La zona es un pequeño caos.
Vamos dando rodeos que pueden parecer no conducir a ningún sitio, pero nos acercamos a la entrada al erg. Mientras, el coco trabaja.
Debemos evaluar cuanto tiempo vamos a estar en esta situación, hacer recuento del agua y gasolina disponible, teniendo en cuenta nuestro esfuerzo en esos momentos y la incertidumbre de no saber cuando empezamos el tramo de dunas que es el adecuado. Es cierto que las cuentas salen ajustadas tanto de gasolina como de agua, y el sol empieza a calentar...
El equipo no está al cien por cien decidido para intentarlo.
Tomamos la decisión más razonable y segura. Rodearemos el erg para volver al Plateau y luego seguir por una pista muy dura de piedras.
Es más largo el camino pero a cambio se puede regular muy bien el consumo de gasolina aunque no el del agua.
No olvidamos que "Lo que te da Marruecos un día, al siguiente te lo puede quitar".
El año pasado fue algo así
Pero este cogeremos el camino que rodea Chegaga hasta el Oasis Sagrado.
En poco más de diez kilómetros pinchamos dos veces.
La mente no está en lo que debe. Son cosas que pasan y no se puede remediar.
Buscando sombra para el tercer pinchazo.
Aún así, el buen humor no falta. Se saca la bota de vino.
No haremos el oued que nos lleva hasta Mhamid, sino el camino que lleva por el norte a Tagounite.
Una sobredosis de piedras.
Llegando a Tagounite, ahora le toca a la delantera. Aguantamos hasta la gasolinera y la reparamos brindando con una super coca bien fresquita.
Todavía el sol ilumina, pero por poco tiempo. Como no queremos hacer noche en Zagora,
decidimos tirar hasta Agdz a pesar de tener que conducir de noche durante 150 kilómetros.
Como recompensa, pasamos la noche en lo más salvaje del valle del Dráa.
Junto al Djbel Kissane
Marruecos hoy, nos ha puesto a prueba. El equipo sale aún más reforzado.