Viernes 20: Yo salgo a las siete de la mañana (hora local) de Essaouira mientras mis compañeros de viaje siguen plácidamente durmiendo.
A esas tempranas horas los pueblos bullen de actividad y disfruto viendo el ajetreo de los mercados, la gente transportando borregos en todo tipo de vehículos, unos que compran, otros que venden, otros que miran, en fin, ese caos tan típico y tan diferente.
Paso por muchos de esos típicos pueblos antes de llegar a El Jadida donde me incorporo a la autopista que me llevará a Tanger.
Sorprendentemente paso la frontera del tirón y de forma inusualmente rápida embarco rumbo a España.
Llegué sobre las ocho de tarde a mi casa con 900 kilómetros de moto y algunas millas naúticas, hechas ese día, pero la verdad es que no estaba especialmente cansado gracias a las bondades de ese pedazo de moto que es mi KTM.
Mis compañeros, ese dia, se fueron a visitar Marrakesh
Al día siguiente llegaron a España sin novedad.
No quiero terminar este relato sin hacer alguna referencia a los protagonistas del viaje
Empiezo por Antonio al que no tenía el placer de conocer antes de este viaje y de hecho cuando El Tuercas me dijo que vendría con nosotros conduciendo un coche, le expresé mis dudas y mis temores de que ese coche nos iba a retrasar mucho y como ese tio fuera un torpe lo íbamos a tener perdido por Marruecos todo el viaje.
Afortunadamente Antonio resultó ser un tio extraordinario, espabilado, resolutivo, simpático, amable y encima conducía el coche casi como un piloto profesional.
Dice que se quiere comprar en breve una moto trail. Ojalá lo haga y se incorpore a la familia cetera. Será un fichaje importante para el club.
A Kike lo conozco desde hace años y hemos compartido muchos viajes.
Es el típico buen compañero de viaje, no se queja por nada, siempre esta de buen humor y procura ser totalmente autosuficiente.
Además es un excepcional piloto.
Me ha sorprendido con la facilidad que ha pasado por sitios realmente complicados con un armario empotrado como la GS 1200.
El Tuercas es un cabronazo al que llevo aguantando más de 20 años.
Lo nuestro es un matrimonio de conveniencia porque es el único de mi quinta (cosecha especial del 59, gran reserva) que sigue siendo tan aficionado como cuando era un chaval y el único, tan loco como yo, para seguir montando en moto de campo y hacer viajes de este tipo.
Ya nos hemos quedado sin compañeros de viaje de nuestra edad y cada vez nos rodeamos de amigos más jóvenes. Dentro de poco empezaran a murmurar que somos dos viejos verdes y con tendencias pedófilas.
¡Otra aventura más compañero!
Ha habido otros protagonistas en este viaje. Ellos:
Los marroquies.
Una vez más hemos disfrutado de su amabilidad, su hospitalidad y de esa forma tan diferente que tienen de ver la vida.
Qué lástima que en España sean tan desconocidos y tan mal valorados.
Más protagonistas. Nuestras motos:
Las dos KTMs no se han podido comportar mejor. Nos han hecho disfrutar como enanos tanto en campo como en carretera y no han dado un sólo problema en todo el viaje.
Este fué el único mantenimiento que tuvieron:
Un par de dias engrasamos las cadenas.¿Alguien quiere decir algo sobre la fiabilidad de las KTM?
Hoy por hoy estoy convencido que son lo más parecido a esa moto trail ideal que tantas veces hemos soñado.
La otra:
La BMW dió algún que otro problemilla aunque hay que reconocer que fueron tonterias sin importancia y la verdad es que pasó por sitios por donde casi nadie pensaría que esa moto podía pasar.
Claro está que esta GS está equipada con unos magníficos amortiguadores Ohlins, un buen escape y un mejor piloto.
El Toyota tambien se comportó como un jabato y el tute que se llevó fué de órdago. Menos mal que era alquilado.
En resumen: una semana, más de tres mil kilómetros y el cajón de los buenos recuerdos lleno a rebosar.
Colorin colorado este cuento se ha acabado.