Recopiladas las fotos de mis amigos paso a contaros nuestro viaje por el pais vecino. Quien lo diría, tan cerca y tan diferente.
Viernes 13: Salimos de Sevilla por la tarde. Kike Adventure en su GS 1200 ADV, El Tuercas y yo en sendas KTM 950 SE y Antonio en su flamante Range Rover cargado hasta arriba con comida, material de acampada, repuestos, herramientas, etc.
LLegamos a Tanger ya de noche y en el hotel nos estaba esperendo el encargado de una empresa de alquiler de vehículos para darnos las llaves de un Toyota Land Cruiser al que traspasamos todo nuestro equipaje y que a partir de ahora será nuestro vehículo de apoyo.
Cenamos y nos acostamos tempranito porque al día siguiente nos esperaba un buen tirón de carretera.
Sábado 14: Decidimos evitar las autopistas y nos vamos a Midelt pasando por Chechaouen y Fez. Como siempre me pasa cuando viajo a Marruecos, intento evitar a toda costa el conducir de noche y siempre acabo haciendo un montón de kilómetros de noche. Esta vez no iba a ser menos y llegamos a Kasbah Asmaa, lugar muy recomendable, ya de noche.
Entre cervecita y cervecita (Alá nos perdone) acabamos decidiendo cambiar el plan original y hacer la más clásica de las rutas de Marruecos que más o menos es el recorrido que ha seguido el Paris-Dakar el los últimos años que pasó por allí.
Domingo 15: Salimos temprano del hotel para hacer un primer tramo por carretera hasta Errachidia.
Una vez llegamos a Errachidia, comienza la fiesta. Seguimos un track que nos llevará por pistas hasta el Erg Chebbi
La pista es muy variada y a lo largo del dia pasaremos por tramos de pista dura, tramos de piedras, de arena y de fesh fesh y al principio hicimos un buen puñado de km siguiendo el track fuera de pista y circulando por una zona desertica, dura, con piedras pequeñas y teniéndo que ir sorteando piedras grandes esparcidas por toda esa zona.
Por esta zona de pistas rápidas nos topamos con unas maniobras del ejercito y la primera vez que nos topamos con un carro de combate que venía de frete hacia nosotros nos dimos un buen susto. Por prudencia no fotografiamos a los vehículos militares.
Pasamos por sitios realmete bonitos y quedamos admirados contemplando antiguas kasbahs en ruinas.
No sólo en los castillos de Escocia hay fantasmas:
Llega un momento en que nos encotramos las primeras dunas de arena y con las ganas que tenía de volver a rodar sobre ella, me lanzo a subirlas con ganas
Inmediatamente me doy cuenta que aquello no es arena si no el temido fesh fesh y la rueda se hunde y se clava de inmediato en ese finísimo polvo
Las cosas se complican
Y terminan como era de esperar
A partir de ahora el fesh fesh no me volvería a coger desprevenido. Pero al principio y quizas por un exceso de respeto me haría sufrir en los primeros tramos.
Alternábamos ahora tramos de pista dura y rápida con algunos de arena y fesh fesh pero no demasiado complicados y por fin llegamos a un maravilloso oasis donde paramos a descansar y comer.
Un señor es un señor en España y en Marruecos.
Pedimos perdón a Alá por alimentarnos con jamón pata negra 5 jotas y beber Cruzcampos fresquitas en tierras moriscas. A día de hoy no sé si nos otorgó su misericordioso perdón o si nos castigó enviandonos fesh fesh por un tubo.
Costó trabajo volver a subirse a la moto y abandonar aquel idílico lugar.
Despues de la comida no teníamos el cuerpo para muchos ajetreos, pero lo cierto es que nos esperaba lo peor del dia.
Tuvimos que enfrentarnos a los primeros tramos realmete complicados de fesh fesh y he de reconocer que torpeé y pasé con poco estilo esos primeros tramos a base de pataleo y sudor.
Llegamos a una población cuyos alrededores eran un mar de fesh fesh y por delante teníamos un cauce inmenso de un rio que íbamos atener que seguir durante varios kilómetros con muchísimo fesh fesh y con muchísimas roderas de coches. Comprendí que por allí no se podía pasar con tantas precauciones, y me puse a conducir de verdad. Gas a fondo, segunda, tercera y ahora sí, a flotar sobre la arena, a pasarse de una rodera a otra sin problemas y a avanzar disfrutando.
No tenemos fotos de esos tramos porque bastante teníamos con intentar salir de allí.
Llegamos al Erg Chebbi al atardecer y los últimos kilómetros hasta salir a la carretera entre Rissani y Merzouga fueron un auténtico martirio porque entre el sol de frente y el polvo la visibilidad era casi nula y mantenerse en la pista una auténtica aventura.
Tuvimos que ir a Rissani a repostar gasolina y ya de noche llegamos a la Kasbah Touareg en Merzouga.
Durante la cena contactamos con Hassan (no el dueño de Kasbah Touareg, este es otro Hassan que habitualmente trabaja como guia), comenzamos a preguntarle por detalles de la ruta que teníamos por delante.
Hassan nos confirma que este año hay mucho fesh fesh y que los pasos de En Relia y Mhamid estan muy complicados y amablemente nos da consejos y nos indica los mejores pasos.
Como comprobamos que Hassan se conoce el terreno como si fuera su casa, decidimos contratarlo y que nos acompañe los próximos dos dias. Decisión muy acertada y que seguro nos ahorró pérdidas de tiempo, incertidumbres y riesgos innecesarios.
Continuará.........