Mala época para los monos en una España ávida de multis japonesas y de motos de calidad que no se estropearan nada más salir de la tienda.
Fue una pena, pues en aquella moto se veia el gran esfuerzo y trabajo e ilusion para sacar una moto rompedora en muchos aspectos. Pero no era el momento, los moteros pediamos otras cosas bastante diferentes, tanto aquí como en Europa, al final no solo cuenta que fuera excepcional o fantastica, si no eres capaz de venderla no sirve.