"Nega Pass??, beaucoup de sable mon ami!!"Con el sol cayendo, ya es otra cosita esto de motear por estos arenales. La jornada de descanso mereció la pena,
no solo por haber convivido con las personas del lugar, sino también porque hemos cogido oxígeno para afrontar el resto de la etapa.
Esta jornada ha dado bastante de sí para pensar sobre la "estrategia" a seguir en sucesivos días.
Intentaremos aprovechar las primeras y las últimas horas del día, dejando para el descanso las centrales,
mucho más calurosas y agotadoras. El mes de marzo no es el mejor momento del año para venir por aquí,
pero por culpa de la anulación del Dakar, nos vimos obligados a retrasarlo un par de meses.
Habíamos salido del Poblado de Brahim sobre las seis de la tarde. No ibamos a avanzar mucho en lo que quedaba de luz.
Pero lo justo para llegar al poblado de El Guedia, junto a la güelta del mismo nombre, y en el que hay un destacamento militar.
Nada más llegar, se nos acercan los militares y nos ofrecen un lugar para pasar la noche al lado y cualquier cosa que necesitasemos.
El lugar de acampada, al raso, pues no montamos la tienda, es una especie de gradas cuya finalidad desconozco.
Las reservas de agua ya están mermadas, y mañana llegaremos a terreno mucho más arenoso,
con lo que debemos partir de El Guedia con los camel y los dromedary llenos. Ocho litros por cabeza.
Parece mucho, pero en un día de mucha moto, aquí puedes llegar a beberlos en una sola jornada. Como así haríamos.
Nunca había bebido agua a más de 50º
, que es a lo que se pone el dromedary al sol.
Es agua de pozo. Potable dicen. Eso será para ellos. Nuestros delicados estómagos no están acostumbrados.
Filtramos por la noche el agua con el Catadyn y ponemos pastilla en cada recipiente para que por la noche vaya haciendo su trabajo.
Les hemos preguntado sobre le Paso del Nega, dónde está, cómo es, si tiene fuertes pendientes o mucha arena
.
"Nega Pass??, beaucoup de sable mon ami!"La verdad es que pocas conclusiones sacamos o nos son válidas, pues para ellos puede ser nada dificultoso y mucho para nosotros.
Lo que si está claro es que cuanto antes comencemos la jornada mañana, menos nos hundiremos en la arena y menos calor hará.
Tenemos que renunciar a visitar la güelta, que está aquí al lado.
Hemos observado que tardamos hora y media desde que nos despertamos hasta que nos ponemos en marcha después de desayunar y recoger todo.
Convenimos despertarnos todavía de noche para salir con los primeros rayos de sol.
Joder, qué profesionales nos hemos vuelto! Pero la necesidad obliga.
En los primeros kilómetros la pista la vemos gracias a la luz de las motos.
Más tarde no está muy claro y empieza a tener bastante arena
Llegamos al farallón
En el fondo se ve una güelta
Aquí tenemos unos wp's que nos orientan para entrar bien al Paso del Nega. Empiezan las dunas y los wp's son solo orientativos.
Prevalece la orientación por instinto.
Una de esas paradas para coger aire, fumar un cigarro y compartir sensaciones contemplando el paisaje.
Ya habíamos estado aquí mucho antes, y durante muchas noches. La flecha del Gps ya pasaba por encima de los wp's de nombre Nega.
Se intuye por dónde el camino sorteará las montañas rocosas.
Esta secuencia está sacada de una grabación de vídeo por lo que no es muy buena, pero podemos hacernos una idea.
No se nos ha dado nada mal. Ningún enganchón de importancia y hemos mantenido el contacto visual entre los tres.
En algún momento te tienes que emplear a fondo para subir alguna duna.
Os acordáis cuando subimos a la Meseta del Tagant por Moudjeria?? Pues esta es una de las bajadas.
Otra cosa es hacerla a la inversa.
Ya hemos pasado lo peor. Ahora nos queda un valle de arena hasta Boumdeit.
Antes de llegar a Boumdeit el Pistola se nos ha perdido
Deshacemos un poco el camino y vemos lo que parece un accidente de avión.
Restos de equipaje esparcidos en un radio de veinte metros
Menos mal que no hay restos humanos
Pero esa caída iba a ser decisiva en el resto del viaje. Se le salío la cabeza del húmero de la escápula
Como pudimos retomamos el camino y llegamos a la hora de comer al pozo de Boumdeit.
Estando aquí se nos acercó un señor que era el veterinario estatal del pueblo y en su casa pasamos la siesta.
Todo el mundo a esta hora está a la sombra y nosotros bien que lo hemos aprendido.
En la puerta, la hija del veterinario, de unos 15 años. Resignada de vivir en lo más aislado, ojea una revista de moda, prensa rosa...,
a lo más occidental en la que se transporta mentalmente al mundo civilizado. Lo que es la vida, los que estamos aquí queremos ir allí y ellos al contrario
Antes de que el veterinario se fuera a su habitación a dormir la siesta, aprovechamos para charlar sobre el país y de cómo se vive en ese sitio tan aislado,
y recibir unas clases de árabe
Continuará...