Barcos barcos no, pero se manejan bien en agua.
El pasado sábado salimos de ruta mañanera, Cecilio, Antonio, Jona y yo. Cecilio planteó la ruta Pileña para llegar a almorzar a casa, y a las 14'45 estaba entrando en casa.
La ruta magnífica, con muchos vadeos, algunos tramos ratoneros, bastante arena, muchísimo campo abierto, eucaliptos y pinos, de todo un poco, pero todo precioso y para acabar, una trialera por la que yo pensé que era el camino obligado porque si no, posiblemente me la hubiera ahorrado, así que menos mal que me equivoqué.
En esta ocasión salieron a escoltarnos corredores y ciclistas e incluso los civiles nos esperaban cortando una carretera para que nosotros pasáramos sin que nadie nos molestara. Nodigoná.